miércoles, 26 de diciembre de 2012

Blanca Navidad

Se lee un tanto alegre el título del último post del blog para este año, pero aunque tenga un sabor amargo no es una queja, ni mucho menos reproche a la vida  aunque  el día de hoy estoy en un velorio más.

A muchos no les importa pero estoy teniendo una catarsis sobre lo que significa el perder alguien cercano y/o amado, pero que muchas veces nunca comprendiste del todo...


Pocas veces he escrito acerca de estos sucesos; apenas hace casi tres años perdí a mi segunda mamá, una mujer a la cual recuerdo en sus momentos felices y sin embargo aun tengo un hueco en el alma por el paso a otra dimensión de esta gran mujer. Muy a menudo  dejamos  que la monotonía haga que dejemos de demostrarles lo que sentimos y al final simplemente creemos que esas personas son seres inmortales, que siempre estarán con nosotros, asi como los dioses dorados de la antigüedad, pero la historia nos ha enseñado que hasta ellos, aquellos dioses inmortales perecieron. Al final lo que nunca muere son esos momentos felices que se quedan grabados en nuestra memoria, que podemos transmitir y revivir;  esa es en realidad la verdadera esencia de la inmortalidad.

Como cualquier ciclo de tiempo comienza la Navidad y termina un ciclo en mi familia; ese padre, abuelo, tío, familiar y vecino dejó este mundo terrenal. Quizás esta en el cielo en el que creía, con sus abuelos y sus padres. Podemos acostumbrarnos a que no están entre nosotros pero nunca olvidaremos todo lo que hemos vivido con ellos y si son cosas buenas es cuando dices que la muerte solo es un paso a la inmortalidad.

Por último y para no desvariar más, mi mas sentido pésame a todas esas personas que en estas fechas que deberían ser de alegría y gozo, sienten un profundo vacío que ha dejado aquel ser amado que hoy esta en el cielo, el valhalla, o en algún paraíso en el cual creían.