sábado, 8 de septiembre de 2012

El papel del medicamento en México

"Hace un buen tiempo escribí un micro-artículo para una modesta revista de política y quisiera compartirlo con ustedes. No ha cambiado mucho mi posición sobre la legislación que se ha hecho, sin embargo no me estoy polarización hacia ningún partido político, ni ser de derecha o de izquierda es un simple  (y humilde) ensayo, además me agradaría su opinión"

Con cierta tristeza vemos como los medicamentos en nuestro país son vistos como un bien de mercadeo y no como un bien social. Las farmacias están siempre llenas de descuentos increíbles, no importando  muchas veces que es lo que se necesita en ese momento, si no cual es la oferta de la semana, esto no solo conlleva un carácter monetario sino un grave problema de salud pública: desde  la venta de medicamentos apócrifos, la gestión de medicamentos caducos, publicidad engañosa,  mala dispensación y el uso irracional o indiscriminado de estos.


Estamos consientes de que el problema de nuestro sistema sanitario no se va arreglar con mayor cantidad de insumos, ni con una mayor cobertura de la atención médica, la historia nos demuestra los errores que sexenio a sexenio  se suman a nuestra ya difícil situación. Recordemos  solo dos periodos anteriores; la llegada de los medicamentos genéricos con nuestro aquel mandatario Ernesto Zedillo marcó un gran cambio en el mercado de medicamentos nacional, ya que de esta manera se abría la posibilidad de obtener los mismos beneficios  a un menor costo, en mi hulmide opinión esta fue una de las mejores decisiones que pudo hacer este ex-mandatario; pero con una mala legislación sanitaria, el hoyo legal provocó una de las franquicias que sin lugar a duda es un éxito comercial en el tema de comercio de medicamentos. Por otro lado tenemos al gobierno panista, que si bien Fox, tuvo tropiezo tras tropiezo uno de los golpes en materia en calidad de insumos fue el fue el cierre de la Coordinación de Control Técnico de Insumos (COCTI), por no ser rentable y que se tuvo que reinaugurar para evaluar los insumos utilizados en el sector salud. Pero nada es comparable con nuestro actual mandatario Felipe Calderón, dos actos importantes que si bien se ha olvidado debemos recordar: La libre importación de medicamentos,  en consecuencia la reforma a los artículos 168  y 170 del Reglamento de Insumos para la Salud, con el cual se elimina el requisito impuesto a las empresas farmacéuticas que comercializaban sus productos en territorio nacional, el cual era tener un planta de producción; esto con el fin de no tener monopolios en el mercado de medicamentos retrovirales. Con este paso que dio nuestro “querido” presidente la cantidad de laboratorios que han cerrado sus plantas ha sido impresionante.

Estos pequeños fragmentos de historia nos han demostrado que la legislación en el tema de medicamentos en nuestro país se encuentra empañada por cuestiones políticas y de poder. Si bien hay avances importantes como la reforma al sistema de medicamentos con lo cual todo medicamento debe comprobar seguridad y eficacia, es decir producir el mismo efecto terapéutico que un medicamento innovador o erróneamente llamado “de patente” y el decreto presidencial para la venta de antibióticos solo con receta médica.

Por tanto no solo bastan  reformas y decretos, necesitamos dirigentes capacitados en el tema que tengas una visión social de la salud y no solo política, conjuntamente con la entrada en acción del farmacéutico como un personaje más en la atención a la salud que sirva como soporte en el control, manejo y dispensación de medicamentos, que sea el puente de información entre médico-paciente y cree conciencia en este último personaje que los medicamentos son instrumentos para recuperar la salud,  con beneficios y riesgos, que no solo se manejen como una mercancía más que se puede comprar hasta en la tienda de la esquina.




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